Amanecio el dia y disfrutamos de nuestro ultimo desayuno en este increíble lugar, anoche aprovechamos para cenar en el restaurante del hotel y recordar cuando llegamos el primer día aquí, han pasado ya muchos días desde entonces y el tiempo no ha hecho mas que incrementar nuestras ganas de seguir aquí, pero como nada es eterno y todo llega a su fin es el momento de decir adiós o tal vez hasta luego porque no nos resignamos a no volver a Moab en alguna otra ocasión.
Sea como sea nos montamos en el coche con nuestro equipaje y parece que la magia de Moab nos quiere acompañar y darnos una buena despedida, nos pareció increíble y por eso fotografié el momento, justo al arrancar el coche en la radio comienzo a sonar la cancion que escuchareis en el video: Let´s go to the Vegas de Faith Hill cuando nuestro destino es ese : Las Vegas, nos pareció realmente curioso y pude fotografiarlo en el equipo de música del coche y así posteriormente gracias en este caso a otro tipo de magia ( la de internet) pude localizar esta canción y de esta forma inmortalizar este ultimo recuerdo de Moab.
El trayecto desde aqui hasta Las Vegas es precioso, una sinuosa y amplia carretera nos llevo por Utah hasta adentrarnos en Arizona disfrutando durante todo el camino de unas montañas maravillosas y de un paisaje único, si a esto añadimos que pudimos disfrutar de una estupenda comida en nuestro querido CRACKER BARREL no podemos pedir mas.
El año pasado no pudimos disfrutar de esta encantadora franquicia de comidas porque no existe en el estado de Washington en el que estuvimos y desde nuestro primer viaje a EEUU no habíamos vuelto a ella, en nuestra ruta 66 fue muy importante para nosotros incluso dedique una pagina a este lugar en mi primer blog: http://nuestroviajeeeuu2011.blogspot.com/p/nuestros-favoritos.html asi que disfrutamos mucho de poder comer de nuevo en un lugar tan encantador.
Y la verdad....menos mal que tomamos fuerzas ya que nuestra llegada a Las Vegas nos reservaba una sorpresa no precisamente gratificante.
LLegamos sin ningun problema a la ciudad y sus enormes edificios y carteles luminosos no dejaban lugar a dudas...estabamos de nuevo en Las Vegas, sin embargo no pudimos llegar a nuestro hotel, se estaba celebrando un maratón importante en la ciudad y la calle principal estaba totalmente cortada, teniendo en cuenta la cantidad de trafico que tiene la ciudad os podréis imaginar que aquello ocasiono un caos, tanto es así que como veréis en las fotos llegamos de día y estuvimos casi cuatro horas dando vueltas, de hecho anocheció, era imposible llegar al hotel, incluso llamamos para decir que no éramos capaces de llegar y que si conocian alguna opción , nos indicaron que a través de unas calles secundarias y con mucha paciencia se podía entrar al hotel por otro lugar...pero claro sin conocer era difícil y el gps no contemplaba esa opción ni esa calle, de forma que estabamos desesperados y muy muy cansados.
En un momento en el que estábamos completamente atascados y el trafico no se movía nada, observe que detrás de nosotros había un taxi y se me ocurrió la idea de bajarme y decirle si nos podría llevar al hotel por la ruta que nos habían indicado, es decir el iría delante y nosotros le seguiríamos...el conductor ( salvadoreño) afortunadamente hablaba español y estuvo conforme pero con la condición de que yo fuera con el en el taxi, se lo dije a Santiago y aceptamos, dejamos pasar delante al taxi y yo me subi con el, realmente cuando ahora lo pensamos nos parece una locura pero en ese momento y con la desesperación que teníamos nos parecio buena idea.
El taxista empiezo a darme conversación y a contarme toda su vida, mientras Santiago trataba de seguirnos ya que el hombre comenzo a pisar el acelerador, yo un poco asustada le decía que asi mi marido no podría seguirle ,el me decia cosas como que nunca conoció una mujer como yo...y cada vez estaba mas preocupada aunque mantuve la calma y trate de que no notara mi angustia, nos habíamos salido de las calles principales y cada vez me gustaban menos los sitios por donde íbamos....afortunadamente tras mas o menos treinta interminables minutos llegamos al hotel y Santiago consiguió seguirnos,cuando llegamos lo primero que le dijo el taxista a Santiago es que tenia suerte de tener una mujer como yo y lo primero que Santiago me dijo a mi en cuanto se fue el taxista fue que también estaba preocupado al ver cuanto corría el taxista y que en ningun momento se preocupo de que el pudiera seguirle, tengo que confesar que lo pase un poco mal pero al final a las diez de la noche estábamos en nuestro hotel agotados pero felices de volver a este lugar tan especial para nosotros, caímos rendidos , nos acostamos directamente y pensamos que mañana seria otro día...no éramos capaces ni de hablar de lo sucedido con el taxi, Santiago estaba exhausto de conducir durante todo el día y yo también estaba agotada.
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